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Mostrando entradas de 2017

Estrellarse

Dicen que hay un lugar donde puedes deleitarte con un cielo estrellado de ensueño. Un lugar que no está contaminado de luz artificial para que las estrellas se sientan libres de brillar, bailar, cantar e, incluso, enamorarse. ¿Y por qué no? Si nosotros siendo tan pequeños e insignificantes -a comparación de ellas- hemos saltado hasta de un pie con un beso, ¿te imaginas el 'locurón' que harán ellas allá arriba? No sé ustedes, pero yo me emociono con solo imaginarlo. Y es que se trata de eso, imaginar, soñar despierto y llegar lo más lejos posible con solo una mente feliz y creativa. Algo que muchos han perdido por seguir modelos sin vida y llenos de miedo, que temen decir: “te quiero” o “te amo”, porque, según ellos, eso es de débiles y no eres nada interesante si lo dices o demuestras. ¿Dónde quedó la libertad de expresión? ¿En qué momento se perdieron las palabras de afecto o se cambió la verdad por la mentira? No tengo ni la más mínima idea, pero cada vez que doy un ...

Más simple que frágil

Mientras más me acerco, mi corazón se ensancha. Antes, solo quería que pasara pronto, pues nunca sucedía nada especial. De hecho, cuando era pequeña, me emocionaba tanto como ahora, y no por los regalos -bueno, quizás un poco-, pero lo que en realidad me quitaba el sueño una noche antes, era quedarme pensando quiénes se acordarían de ese pequeño globo rojo, tan frágil como una burbuja y libre como una verdad. Sin embargo, cuando finalmente llegaba el día, me despertaba de un salto, escuchaba voces en la sala, bajaba las escaleras, y allí estaban ellos, haciendo lo suyo como cualquier día. Me les ponía en frente y algo tímida decía: ”¡hola!”; ellos volteaban, me sonreían y, finalmente, terminaban acordándose en ese momento, o al menos eso me hacían creer. Algunos no dejaban que sus sentimientos se expresen en palabras - pues era extraño en aquel entonces-, pero otros, especialmente mamá, me hacía sentir lo especial que era para ella estar juntas un año más. “Mi negris”, decía, ...

De camino a casa con un gato

Mientras caminábamos de regreso a casa, él no dejaba de mirarme. Yo mantenía la mirada al frente, pues si volteaba hacia él, mis ojos delatarían lo frágil que me sentía en ese pequeño momento. Sus manos empezaron a acariciar las mías y el viento, sin quedarse atrás, hacía lo suyo con mi rostro. “No lo merezco”, me decía, pero él, sin decir una sola palabra, decía lo contrario. Yo lo sabía, porque podía escucharlo. De pronto, sentí unas pequeñas gotas débiles sobre mi rostro, entonces recordé lo bien que me hace el invierno por sus refrescantes lluvias. Mis ojos automáticamente se guardaron, mi respiración se hizo más profunda y mis labios se hicieron más largos y delgados, símbolo de la felicidad. Él no resistió más y me cobijó suavemente en sus brazos; ya había olvidado lo segura que me sentía en ellos. Nuestros pasos se hicieron más lentos, más suaves, mientras las ramas de los árboles bailaban con cautela a los lados. Saqué del bolsillo derecho mis audífonos, los conecté al c...

Lo de siempre, por favor

Allí estaba yo, sentada, mirando el infinito del mar. No sentía lo mismo que antes; esta vez, estaba cansada, muy agotada. Cerré por unos momentos los ojos y me dejé acariciar, nuevamente, por la brisa del viento. Mientras lo hacía, sentí las voces de dos jóvenes al lado. Él le decía: “Me encantas”, pero Ella solo asentía con la cabeza y trataba de dibujar algo parecido a una sonrisa. ¿Que cómo lo sé si tenía los ojos cerrados? Pues Él se lo dijo: “siempre lo haces (…)”. Mientras mantenía los ojos cerrados, el mozo finalmente decidió acercarse a mí con una sonrisa cálida,  y preguntó qué iba tomar; “lo de siempre”, le dije. Él no tuvo más remedio que mostrar todos sus dientes, tras alargar aún más esa curva feliz de sus labios. “Me encantaría saber qué es lo de siempre, amable señorita”, dijo Él con una nueva sonrisa, pero esta vez algo más pícara. “Bueno, lo de siempre es: un café americano sin azúcar y cualquier postre, agridulce, que me recomiendes”, esbocé, sin quitarle la ...

Aquí estamos de nuevo

Los inicios siempre son inspiradores, y ya que empezamos un nuevo año, no pude resistirme a escribir de nuevo en este blog, que sin más no lo recuerdo, lo creé para desahogar lo que mi alma enmudecida quería expresar a viva voz. No espero que todo el mundo lo lea, pues más bien este espacio es algo personal, y si te topas con alguna de mis notas, qué más da, "sin querer queriendo" conociste un 'pedacito' de mí. Y es que soy como todos: yo también amé, me aferré, lloré, perdí, soñé, me caí, me levanté, sentí, tuve valor, dolor, me escondí, mentí, me enojé, grité, sonreí ... Cada vez que pienso en lo que he vivido en estos últimos años, recuerdo con claridad cada momento creado por mí, pues siempre seré el personaje principal, a pesar de cambiarme de nombre varias veces. Y ya que hablo de "cambios", me permito añadir que he intentado cambiar varias cosas en mi vida, pero no las he logrado del todo; especialmente cuando arranca un nuevo año y digo: ...