No hay nada mejor que verte recorriendo el
'mundo' solo con el poder de tu corazón. Si te ha pasado alguna vez, debes
sentirte privilegiado...
La hermosura del día hace a que quiera regresar
por el mismo camino un millón de veces. Hace más de diez años que paso por el
mismo lugar y recién puedo ver que los árboles se vuelven cada vez más viejos
con el pasar de los tiempos. Creo que el aire es bendito y considero que es el
mejor acompañante para todo, pues sin darte cuenta, su refrescante
aliento ya te está besando el rostro sin pedirle permiso a nadie. El bus corre
sin parar y mi corazón está a punto de detenerse, no sé si sea bueno, pero me
siento maravillada.
Hoy he decidido amar la vida, pero de una manera
distinta. El viento sopla cada vez más fuerte y las historias no dejan de
contarse solas. A veces no sé con qué final me encuentre hoy, pero siempre
termino bailando de la risa. Así es, como aquel pequeño cuento de la luna
grande y 'redondota' que aprendía a ser madre de las iluminadas estrellas
chillonas que anhelaban ser bailarinas de cabaret gracias a sus lentejuelas
incorporadas que les ayudaba a resaltar solo de noche.
¿Quién imaginaría encontrar tanto amor en la
cálida noche? Creo que las personas se han olvidado de lo maravilloso que es
caminar acompañada del silencio moreno. Y bueno, aun sigo en el bus y ya
oscureció. Si sigo sentada en este lugar, hasta los asientos querrán contarme
sus historias ya que después de un día lleno de risas y conversaciones
extensas, creo que empiezan a sentirse algo solos. Soy la última pasajera y
estoy a punto de despedirme de mi gran recorrido. Me levanto y simplemente
digo: hasta la próxima.
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