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Serena y morena

Hoy, la luces brillan más, el cielo descansa y las nubes pasean con gran tranquilidad. La noche es distina, creo que le ocurre algo. No sé si quiera ocultar su belleza, o quizás, simplemente quiere esconderse de alguna cosa que la perturba como alguna vez me pasó, cuando solía ser pequeña.

Se dice que las mejores etapas del ser humano empiezan cuando se encuentra, al fin, el sentido de la vida. En pocas palabras, cuando uno se topa con la felicidad que nos va a llenar por completo. Pues, si me preguntan ahora si soy feliz, les diré que sí. Y saben ¿por qué?, por la sencilla razón de seguir viva y disfrutar de una vida tan imperfecta, pero con personas hermosas a su manera.

El tiempo se acaba y la noche ya casi no tiene fuerzas para despertar. Gracias a Dios aún le quedan esas cositas brillantes al rededor, a quienes se les llama estrellas, que le dan ese toque de romanticismo y belleza. No me olvido de ti, luna, siempre tan gorda y 'rechoncha', que es muy fácil reconocerte a lo lejos. Sí, te he descubierto, y me encanta saber que sales todas las noches para cuidar cada movimiento que hago por las calles y desiertos de arena.

Hoy, a ti, noche, te dedico mi felicidad. ¡Bendita seas morena!




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