Oh! París, he hablado tanto de ti que conocerte ya no lo considero un sueño sino una realidad, hay días en los cuales cierro los ojos y me veo caminando alrededor tuyo con una gran sonrisa en el rostro porque no concibo entender cuán extraordinario es el aire que logras transmitirme mientras te veo... He considerado llevar conmigo mi cámara, mis lentes, mi bolso y unos chupetines para endulzar más mis días en París!, será grandioso pasear por lugares que mi mente ya los conoce perfectamente, lo primero que haré es sentarme en algún lugar y ver el cielo, luego cerraré los ojos y respiraré muy fuerte para absorber todo el aire que pueda para así recordarlo por siempre. Recuerdo que alguna vez le dije alguien, "Quieres ir conmigo a tomar algo a París?", solo sonrió, me miró y dijo: "si, quiero", pues este es el momento, cuando anhelas algo con todo el corazón puedes obtenerlo de la manera más dulce.. ¿Nos vamos a París?
Todos tenemos algo que contar. Algunos hablan, yo escribo.